Finalmente llegó el día esperado para el inicio del XXVI CAPÍTULO GENERAL, que se abrió con un Retiro predicado por el Obispo Auxiliar de Porto Alegre, Monseñor Juárez Albino Destro. Así, todas tuvimos la posibilidad de tener una intimidad con Jesús, que es el tronco principal de la vid.
La jornada comenzó con el Rezo de Laudes, encabezado por Sor Isabel Noemí Cuenca Giménez, quien nos invitó a orar por el discipulado de María, su disponibilidad para servir al Reino. Los símbolos de luz y corazón nos motivaron a abrir nuestro corazón para acoger la palabra que Dios reservó para cada una en este día.
El grupo se reunió para la oración del Medio Día, agradeciendo a Dios por la mañana de encuentro personal con Él.
Terminamos la jornada de Retiro con la Sagrada Eucaristía, que comenzó en la Sala Capitular, donde se compartió la oración. Fue un rico momento de fraternidad, donde cada Capitular recordó a las Hermanas que fueron un signo de la Providencia en sus vidas. También presentamos el símbolo de nuestro día de Retiro.
Luego de este momento nos dirigimos en procesión a la Capilla llevando el incienso, las velas y los símbolos que cada una presentó en el ofertorio.
Nuestra principal actividad hoy fue estar con el vinicultor, el Monseñor Juárez. En su primera conferencia nos habló del “amor al que estamos llamados”, destacando el abandono a la Providencia y la virtud del Amor, que está presente en nuestras Constituciones al menos 18 veces, según la cuenta de Monseñor Juárez.
Después de la primera charla, fuimos a rezar por la memoria de nuestra vida y misión, expresada en cada rincón de la casa, en las fotografías, en los arreglos, etc.
Por la tarde, después de unas breves palabras del Monseñor Juárez, fuimos a una lectura orante personal, tomando como texto el capítulo 15 del Evangelio de San Juan. Durante nuestra oración personal, fuimos invitadas por el Obispo a reflexionar sobre el Discipulado de iguales, la Misión de dar vida y el conflicto… Terminamos este tiempo de oración escribiendo nuestra oración del día.
Después de cenar, nos reunimos en la Sala Capitular, donde Madre Lina hizo los preparativos para mañana y, tras aclarar todas las dudas, nos retiramos a descansar.
Equipo de Comunicacion